jueves, 29 de abril de 2010
El veneno de la desesperanza
El veneno de la desesperanza lo inoculan personas con actitud muy negativa y que sienten satisfacción cuando los demás ven las cosas de la misma forma que ellos.
Disfrutan minusvalorando los éxitos y los logros de otros. Llaman utopías a los sueños y gustan de hablar sólo de lo que está mal. Y lo hacen de una forma que lleva a otros a pensar que lo que está mal sólo puede llegar a estar peor.
Los inoculadores de desesperanza son agujeros negros que aspiran la energía de quienes tienen a su alrededor, dejándolos exhaustos y deprimidos. Junto a ellos no puede haber vitalidad ni alegría.
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domingo, 25 de abril de 2010
Determinación
Ante los desafíos que la vida nos presenta no podemos pensar que sólo disponemos de las fuerzas y capacidades que creemos conocer. Preparémonos a descubrir lo que somos en realidad y aquello que podemos lograr y llegar a crear. Que nuestro punto de referencia no sea nuestra supuesta inteligencia o nuestros conocimientos aparentes, sino la fuerza de nuestro compromiso.
Jamás fracasaremos si nuestra determinación por triunfar es lo suficientemente grande. El único fracaso es no aprender de las caídas y no levantarnos con más fuerza. Somos nosotros, con nuestra dura forma de juzgarnos, quienes convertimos simples agujeros en grandes tumbas.
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Jamás fracasaremos si nuestra determinación por triunfar es lo suficientemente grande. El único fracaso es no aprender de las caídas y no levantarnos con más fuerza. Somos nosotros, con nuestra dura forma de juzgarnos, quienes convertimos simples agujeros en grandes tumbas.
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