domingo, 30 de agosto de 2009

Los ganadores siempre tienen un plan


Los ganadores siempre tienen un plan, mientras que los perdedores siempre tienen una excusa: Miles de razones para no afrontar aquello que no funciona y para no asumir nuevos retos.

Independientemente de la historia personal de cada uno, lo fundamental es hacer frente a la vida con mentalidad ganadora. Esto no significa que vayamos a estar exentos de problemas, ya que una actitud ganadora no evita los contratiempos. Pero una persona con la actitud adecuada encontará un nuevo desafío en cada problema y estará dispuesto a luchar.

Una mentalidad ganadora se centra en buscar soluciones y diversificar el riesgo. Los ganadores siempre tienen un plan para ir en busca de sus objetivos. Para ello, utilizan su creatividad, valentía, coraje y determinación.

Nunca te rindas. Aprende de tus fracasos. Cree en tus sueños. No escuches a todos aquellos que te dirán: «Es difícil, no puedes, no debes, no lo lograrás, no tienes talento, no es el momento adecuado, hay otras personas más cualificadas...». Confía en ti y en tus capacidades.
__

sábado, 29 de agosto de 2009

Siempre

No te rindas nunca, y la buena suerte te acompañará siempre.
__

sábado, 8 de agosto de 2009

Winston Churchill (parte 3)

"La cometa se eleva más alto en contra del viento, no a su favor."

"La suerte es el cuidado de los detalles."


El 1 de septiembre de 1939 el ejército nazi entró en Polonia; dos días después, Francia e Inglaterra declararon la guerra a Alemania y Churchill fue llamado a desempeñar su antiguo cargo en el Almirantazgo. La nación estaba mal preparada para la guerra, tanto material como psicológicamente. Por eso, cuando fue nombrado primer ministro el 10 de mayo de 1940, Churchill pronunció una conmovedora arenga en la que afirmó no poder ofrecer más que "sangre, sudor y lágrimas" a sus conciudadanos.

El pueblo británico aceptó el reto y convirtió tan terrible frase en un verdadero lema popular durante seis años; su contribución a la victoria iba a ser decisiva. Churchill consiguió mantener la moral en el interior y en el exterior mediante sus discursos, ejerciendo una influencia casi hipnótica en todos los británicos.

El día de la victoria aliada, se dirigió de nuevo al Parlamento y al entrar fue objeto de la más tumultuosa ovación que registra la historia de la asamblea. Los diputados olvidaron todas las formalidades rituales y se subieron a los escaños, gritando y sacudiendo periódicos. Churchill permaneció en pie a la cabecera del banco ministerial, mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas y sus manos se aferraban temblorosas a su sombrero.
__